El Atlético de Madrid regresa a Neptuno luego de ganar la Europa League
El día de ayer los aficionados rojiblancos volvieron a sonreir cuando su Atleti, el pupas de España, logró coronarse como campeón de la Europa League.
En un partido difícil (como ya había previsto ayer) el Atlético mostró las dos caras que ha tenido durante toda la temporada. En algunas ocasiones agudo e incisivo, en otras romo y espeso, el Atlético fue mejor que el Fulham inglés, que extrañó durante todo el segundo tiempo a su goleador, Bobby Zamora, sustituido debido a su baja forma física (recordemos que venía de una lesión) y que ha logrado el subcampeonato luego de una actuación muy meritoria en las anteriores fases del torneo.
El partido comenzó con el Atleti marcando el ritmo, de la mano de un Agüero explosivo y de un Forlán rematador, que avisaba que la tarde podía ser buena para el. Suya fue la primera ocasión, un potente zurdazo que repelió el poste izquierdo de Schwarzer. Mas tarde, en el ‘32, el rubio pescó un remate en semifallo de Agüero para adelantar a los colchoneros en el marcador y darle esperanzas a la afición. By the way, cuando chuta el Kün, el charrúa estaba ligeramente adelantado, por lo que el árbitro debería haber anulado el tanto.
Pero apenas meter el gol el Atleti, al parecer se tomó la pócima que lo cambia de Dr. Jekyll a Mr. Hyde y en una jugada donde ninguno de sus defensas atinó a marcar o simplemente a despejar, Davies batió a De Gea para sembrar el miedo en el corazón rojiblanco. 1-1 y de vuelta al principio. No obstante esta jugada, al parecer los colchoneros se despertaron rápidamente del mazazo y finalizando el primer tiempo sometieron a los ingleses a una lluvia de disparos, algunos de los cuales requirió paradas de mérito de Schwarzer.
Así las cosas, ambos equipos se fueron al descanso, pero al volver, el Atlético parecía haber retornado en la forma de Hyde, pues no controlaba la pelota y su defensa era un colador. En esos primeros minutos del segundo tiempo el Fulham tuvo su mejor momento, ya que obligaron al novel De Gea a realizar algunas paradas difíciles, siempre apoyándose en su delantero, Zamora, que bajaba todas las pelotas para servir a sus centrocampistas que entraban como cuchillo en mantequilla por la defensa colchonera. Pero los cambios lo modificaron todo.
En el minuto 55, Hodgson retiró a su único delantero, Zamora y metió al también convaleciente Clint Dempsey (lo que le alivió la presión a los de Madrid), mientras que unos minutos mas tarde Quique sacó a Simao (inédito) y metió a Jurado, lo que permitió que los del Manzanares tuvieran mas la pelota y comenzaran a pisar nuevamente el área rival, aunque seguían sin generar demasiado peligro a los rivales. Así las cosas se llegó a la prórroga, con un Atlético cansado y con un Fulham temeroso, que buscaba la contra por medio de sus hombres mas adelantados, Cera y Nevland, pero sin volver a inquietar a De Gea.
Y llegó la primera gran ocasión para cerrar el partido de los colchoneros. Forlán logró marcharse de sus marcadores por la izquierda, cedió atrás por donde entraban Salvio y Agüero, pero a uno le quedó muy atrás el balón y al otro muy adelante, por lo que el Kün solo pudo tirarla afuera pegada al primer palo. Pero el Atlético no se vino abajo y luego de un pelotazo que ganó Agüero por velocidad, físico y astucia, este logró centrar raso buscando la llegada del charrúa, que con un toque sutil envió la pelota a las redes, sentenciando el partido (corría el ‘115 de la prórroga) y volviendo a alegrar a la afición rojiblanca.
Forlán héroe en las eliminatorias anteriores, volvió a ser el jugador mas determinante del Atleti, firmando una jornada de leyenda, 2 goles, 1 palo, 1 campeonato. A el le deben mucho en este renacer colchonero. Con respecto al equipo, vuelven a Neptuno 14 años después de su última conquista y conquistan Europa 48 años después de la recordada Recopa. Mucho tiempo para un grande de España, que al menos esta temporada ha dejado de ser el Pupas. Con razón algún periódico tituló “Papá, ahora se porque somos del Atleti”.
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