El Madrid espera repetir el éxito mediático de Beckham con Cristiano
Ahora que falta cada vez menos para que el Real Madrid presente a su flamante fichaje, Cristiano Ronaldo, han comenzado a salir estudios y comentarios sobre la repercusión del fichaje del portugués en las arcas blancas.
“Cristiano Ronaldo pagará su propio fichaje como en su día lo hicieron Zidane, Beckham o Ronaldo", suele comentar Florentino Pérez cuando alguien se escandaliza por los 94 millones de euros que ha abonado el Madrid al Manchester por el traspaso del portugués. Y es que Florentino no tiene dudas de que Cristiano, que cederá el 50% de sus derechos de imagen al club, rentabilizará la inversión por muy cara que haya salido su contratación.
Según el informe de la agencia internacional de marketing deportivo Weber Shandwick Sport, Cristiano y Kaká pueden significar para el Madrid unas ganancias de 124 millones de euros en marketing y merchandising. Un porcentaje altísimo de esta asombrosa cifra para los tiempos que corren se debe al portugués, el indiscutible sucesor de Beckham como reclamo publicitario. Según el club blanco, solo por Cristiano esperan obtener 60 millones de euros en el primer año, con una tendencia ascendente para los años siguientes.
En 2008 Cristiano ganó 15 millones de euros en publicidad. En la actualidad, tiene firmados contratos con estas cinco empresas: Nike (concluye en 2010), Banco Espíritu Santo (hasta 2011), Castrol (hasta 2011), champú Clear (finaliza en 2010) y Soccerade (bebida isotónica de la que Cristiano es accionista). Además, el luso estaría a punto de cerrar otros dos acuerdos, por lo que en esta temporada serán siete los contratos publicitarios rubricados. A ello hay que añadir la marca de ropa del propio delantero, registrada con el nombre de CR7. Su explotación corresponde totalmente a su familia, que gracias al traspaso al Real Madrid se llevará un buen pellizco económico al convertirse Cristiano en el principal icono futbolístico del momento.
Nadie duda de que la unión de la imagen de Cristiano con la del Real Madrid va a beneficiar a ambas partes. Muchos le ven como el sucesor de Beckham y otros apuestan a que en este ejercicio Cristiano puede generar unos ingresos similares a los que el inglés percibía a sus 24 años. Hay que recordar que el 2 de julio de 2003, cuando David Beckham se presentó con el dorsal 23 del Real Madrid, se vendieron 8.000 camisetas en sólo 24 horas y desde ese día hasta el 1 de diciembre del mismo año, Adidas vendió nada más y nada menos que un millón de camisetas del equipo blanco. El reto está servido y serán los números los que midan la relevancia de ambos cracks mediáticos.
Y es que el inglés ha sido la mejor inversión que ha hecho el Real Madrid en su historia. No como jugador; como inversión. La desproporción fue enorme entre lo que le costó al club el traspaso del entonces capitán de la selección inglesa y los ingresos que recibió por tenerlo cuatro años vestido de blanco. Hoy el Madrid espera hacer lo mismo con Cristiano Ronaldo. Pero lo tendrá más complicado. Primero, porque esta vez el Manchester United se espabiló. Cristiano costó tres veces más que Beckham. El Manchester entendió que el valor de un jugador no se mide sólo por lo que rinde en el campo sino por los ingresos que genera fuera de él. Estos se miden por las famosas ventas de camisetas pero también a través de la explotación de sus derechos de imagen (el porcentaje que se lleva el club cada vez que el jugador hace un anuncio para Audi o Gillette o quien sea), y respecto al valor agregado que un famoso como Cristiano le da a la marca de su equipo. El Madrid le extrae más dinero a sus patrocinadores con Cristiano en el equipo que sin él.
Pero la segunda razón por la que le es difícil que Cristiano salga tan rentable como Beckham es que el portugués es menos querible, además de menos carismático, que el inglés. Tiene a favor que es mejor jugador, pero por lo demás sale perdiendo. A nadie en el mundo se le escapa la percepción de Cristiano como un “chulito arrogante”. Si madura un poco y aprende de Beckham cómo ser un caballero, si se convierte en un personaje más atractivo, tanto él como el Madrid saldrán ganando.