No se es tan malo cuando todo te sale mal (versión clásico)…
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Hoy me siento el cuerpo raro, como después de una resaca (y no tomé nada anoche), casi como me sentí el lunes 12 de Julio, luego de la final del Mundial de Sudáfrica. No obstante, aunque la sensación es parecida, no es igual, ya que en Julio estaba atónito por la victoria española y ahora padezco la manita blaugrana. Y es que lo visto ayer fue impactante…
Se enfrentaban el Barça y el Madrid en lo que prometía ser el duelo mas parejo de los últimos tiempos. El Pep-team, después de algunas dudas al comienzo de la liga, se mostraba como un equipo 100% funcional, con todos sus engranajes perfectamente aceitados, pero el Mou-team no era menos, pues no había perdido en ninguna competición oficial desde la llegada del Special One, traído (entre otras razones) por ser el supuesto némesis de los blaugranas.
Pero la paridad duró muy poco, lo que tardó Messi en enviar un espectacular balón al palo, pues luego de esa jugada el Barça fue un aluvión que arrasó con la moral de los merengues. Primero Xavi y luego Pedro concretaron el apabullante dominio de los de Guardiola con remates solos a boca de gol, mientras el Madrid se mostraba partido en el medio y sin ideas, jugando en ocasiones con 5 defensas (con Di María de 2º lateral izquierdo).
No obstante, la misma intensidad de los de Pep casi mete al Madrid en el partido, luego de que el entrenador provocara la reacción de Cristiano que desató el primer rifi-rafe del encuentro. Luego de ese momento y hasta acabar el primer tiempo, con el partido un poco sucio, el Madrid pudo llegar con algún balón parado e incluso pudo recibir un penalty en una jugada dudosa que pudo significar la 2ª amarilla tanto para Valdés como para CR7 (dependiendo de si el colegiado entendiera que hubo falta o simulación), pero Iturralde actuó de Webb y enunció el “siga-siga”.
Para el 2º tiempo los culés salieron con la misma estrategia e intensidad con la que comenzaron el encuentro, que incluía presión asfixiante a la salida, toque continuo y mucha, pero mucha movilidad para crear espacios en el perplejo cuadro merengue. Los de Madrid, en cambio, trataron de parar la hemorragia con el cambio de Lass por Özil (quien ni la olió en el 1º tiempo), pero nada cambió y a partir del 3º gol, obra de Villa, deambularon por la cancha como pollos sin cabeza.
De ahí en mas el Barça se recreó en el toque, jugando por momentos un rondo (perrito en Venezuela) con los vikingos y a sí llegaron el 4º y el 5º casi al final, luego de lo cual Sergio Ramos estalló y pagó toda su frustración con Messi en una falta fea y alevosa, aunque no excesivamente violenta en verdad, que terminó con la última trifulca del juego y con algunas actitudes bien feas por parte de algunos jugadores.
De este partido el barcelonismo puede sacar mucho pecho, pues de un tajo bajó de la nube a un Madrid crecido y restañó la herida (y de que manera) que les había infligido Mourinho luego de la eliminación de Champions del año pasado. El madridismo, por su parte, ha recibido un baño de realidad, pues a pesar que se había advertido que este no era un producto terminado, no eran pocas las voces que ya auguraban múltiples paseos por Cibeles con, entre otras, la orejona en su poder. No obstante los merengues tienen que recuperarse rápido de este varapalo, pues reciben al Valencia este fin y no tienen pocos motivos para hacerlo.
Antes de este partido el Madrid había encadenado un invicto importante, con actuaciones destacadas ante grandes de Europa como el Ajax y AC Milan (aunque un poco venidos a menos en estos tiempos) y había mostrado tres cualidades que ayer brillaron por su ausencia: seguridad defensiva, velocidad y definición. Además, en el futuro cercano no le toca enfrentarse a equipos que tengan tanto la pelota como los blaugranas (la verdad que nadie la maneja tan bien como ellos), con lo que no creo que vuelvan a padecer un suplicio semejante en el corto plazo. También tienen que entender que se quedaron a solo 2 puntos del Barça y que ya están en los Octavos de la Champions, con lo que están vivos en todos los torneos.
El Madrid, si no quiere hundirse, debe seguir su camino sin pensar en el Barça hasta la próxima vez que se vean las caras (cosa harto difícil) o sino pueden enloquecer y perder el rumbo. En estos momentos no hay nada que conspire mas contra el Madrid como la obsesión que parece haber en superar a los eternos rivales. Deben recordar que no se es tan malo como cuando todo te sale mal, ni tan bueno como cuando todo te sale bien…
PS: hablando con un amigo mío, José Miguel, llegué a la conclusión de que no había visto un partido donde el Madrid se haya visto tan impotente desde el 5-0 (curiosamente esa cifra) del AC Milan de los holandeses en la vuelta de la Copa de Europa del ‘89. Ese partido significó el final de una era, la de La quinta del Buitre. ¿Este servirá para cambiar la dinámica demencial en que han caído en estos últimos años? Recordemos los múltiples cambios de entrenadores y presidentes desde el incidente Del Bosque…
